¿Quién ha dicho que términos como cata, sommelier, maridaje o gourmet estén exclusivamente ligados al vino? Poco a poco, la cerveza, esa bebida de ancestral tradición y amplia variedad, va reclamando su sitio, para convertirse en algo más que un agradable refrigerio veraniego.
Se puede comprobar que, en aquellos platos donde el vino falla, la cerveza nos puede dar una grata sorpresa. Elegimos las siguientes cervezas: sin alcohol, lager pilsen, ale y stout y la combinamos con excelentes platos para conformar deliciosas parejas. Aquí los resultados.
Las propuestas de maridaje elegidas son las siguientes:
- Cerveza Sin alcohol: El aroma floral de esta cerveza y su toque dulce de cereales en boca van perfecto con un salmón ahumado con queso fresco y un punto de mostaza aromatizada. Los ahumados y pescados grasos encuentran en las cervezas ligeras el contrapunto perfecto. Lo mismo sucede con el vinagre y las mostazas.
- Cerveza Lager pilsen: Si pensamos en degustar bacalao o anchoas con vinos, debemos reconocer que con toda seguridad estropearemos cualquier tipo de vino, sin embargo, la cerveza lo acompaña a la perfección esta combinación.
- Cerveza Ale: Se trata de una cerveza de alta fermentación con sabores frutados, muy complejos, que en su aroma tiene toques lácteos, recuerda al yogur, con un fondo frutal de manzana, y en boca a cebada tostada y regaliz, especial para combinar con un pato confitado con mayonesa ligera de ajo. el sabor dulzón del pato va muy bien con el toque amable y redondo de la cerveza.
- Cerveza Stout: El sabor a café de la cerveza negra se casa a la perfección con el dulzor amargo de unas deliciosas trufas de chocolate amargo.
¡Que lo disfruten!