Todos los aficionados hemos afrontado nuestras primeras compras de puros con un nerviosismo similar al de otras “primeras experiencias”; no se tiene claro qué preguntar, cómo elegir los cigarros, qué marcas debemos pedir etc. No se preocupe, que no cunda el pánico: no hay posibilidad de cometer errores al elegir un puro, es cuestión de gustos y, además, los buenos vendedores de puros siempre están dispuestos a dedicar su tiempo para asesorar a los principiantes.
De todas formas, siempre le dará mayor seguridad seguir estos consejos:
Elija un buen proveedor: será uno de los profesionales más importantes de su vida, le aconsejará, le informará de nuevas marcas y productos, podrá hacerle encargos especiales, conservará en su cava su propio stock de puros etc. Para elegirlo hágase preguntas: ¿cómo almacena sus puros?, ¿es un buen conversador? ¿le dedica parte de su tiempo?
Para empezar, le sugerimos probar un Habano; ¿qué marca y vitola probar?: su proveedor habitual le guiará, nosotros nos decantamos por dos vitolas: corona y petit corona (ambas de cepo 42 y longitudes 142 y 129, respectivamente). Elija una de ellas y pruebe su sabor en diferentes marcas.
El siguiente paso es el sabor (suave o fuerte): si Ud. fuma más de un Habano diario, éstos deben tener un sabor similar o ir incrementándolo a lo largo del día. Nunca fume un cigarro suave después de uno de sabor más fuerte, ya que no podrá apreciarlo.
El sabor de un Habano se intensifica a medida que se fuma, con frecuencia su fortaleza no se percibe hasta que se encuentra por la mitad, por eso, debe seleccionar el largo de su cigarro según el tiempo que tenga para fumar. Los cigarros puros de calibre grueso arden más lentamente y tienden a tener un sabor más suave que los finos.
El color de las capas puede variar de unas caja de Habanos a otra, de maduro a claro; los que creen que los cigarros de capas oscuras poseen un sabor más fuerte no tienen razón: es la liga de las hojas que integran la tripa, la que dicta el sabor; si acaso, las capas oscuras son más dulces al paladar si se comparan con las claras.
La forma de los cigarros puros es, básicamente de dos tipos: los parejos (rectos) y los figurados (irregulares). Esté atento a los caracteres de la capa: un gusano elimina a cualquier candidato. El color debería ser homogéneo, sin manchas, pero las solares serían válidas.
A pesar de que el puro no debe tener excesivos filamentos, los de las hojas son parte característica e indicadores de su origen: por ejemplo la capa Camerún produce una sensación rugosa al tacto y tiene más filamentos que la capa Connecticut, cuya textura es más lisa.
Una capa cuyo brillo es aceitoso, indica que ha sido bien curada y humedecida; bajo una humedad del 70%, el tabaco segrega el aceite y adquiere una textura sedosa. Un puro seco, quebradizo o con fisuras en la capa, es del todo inaceptable.
La textura de un puro es también importante: debe sujetarlo con delicadeza (por el pie, para no dañar la perilla) y compruebe que no tiene ninguna parte dura o blanda (que evidenciaría la pobre elaboración de la tripa, lo que afectaría al tiro);
El peso puede revelar si el torcido es apretado o suelto y si el tiro resultará más o menos fácil.
La respuesta depende de su bolsillo, pero lo normal es que desee comprar más de un cigarro; en ese caso, la petaca (un paquete de cinco unidades) es una buena oportunidad para adquirir varios puros a mejor precio; Las cajas de 20 ó 25 unidades: examine la caja atentamente para asegurarse de que todos los puros con del mismo color, una muestra de la precisión del fabricante. En algunos casos, el nombre del puro indica el estuche en que éste está guardado: por ejemplo un 8-9-8 toma el nombre del método de distribución de los puros en tres filas (8 en la parte inferior, 9 en el centro y 8 en la superior); el término Amatista se refiere al recipiente de cristal con 50 unidades. También existen los tubos individuales, empaquetados en tubos herméticos de aluminio, cristal o madera. Nuestro consejo es que en su primera compra adquiera una selección de coronas o petit coronas de varias marcas, a fin de ir conociendo la variedad existente, pudiendo más tarde comprar ya una petaca o una caja de la que más le haya satisfecho.