Los ahumados deben estar presentes en nuestras mesas. Son deliciosos y relativamente fáciles de conseguir. En nuestra región hay excelentes ahumados de trucha, salmón, ciervo, jabalí y quesos.
Recuerde que la presentación de los platos, aunque sea la de los más sencillos, es muy importante.
Una buena idea es presentar una bandeja con diferentes clases de ahumados, siempre acompañados con un buen vino blanco, vino espumante, incluso, si prefiere algo más fuerte, como vodka u otras bebidas alcohólicas.
Una forma de romper la monotonía de una tabla de ahumados, es servirlos con salsas de sabores fuertes; aquí tiene unos ejemplos:
– Crema de leche con finas hierbas picadas, entre las que no debe faltar el cebollín.
– Rábano picado, crema de leche y jugo de limón.
– Crema, mostaza y eneldo.
– Y, por último, pruebe a mezclar crema de leche montada con unos cubitos de tomate, cebollín, un chorrito de jugo de limón y un poco de buen aceto.
Una buena opción para el salmón ahumado es servirlo acompañado con unas hojas de eneldo sobre unas tostadas de pan de campo. También resulta exquisito acompañado de blinis y crema agria.